Aguas grises
Las aguas grises son las aguas resultantes del uso doméstico, como por ejemplo, tras la ducha o el lavado de ropa y platos y demás utensilios de casa.
Es importante no confundirlas con las aguas residuales o de cloacas, contaminadas de desechos del inodoro, llamadas comúnmente aguas negras, por su ausencia de bacterias Escherichia coli. Las aguas grises se descomponen más rápido que las negras debido a su menor proporción de nitrógeno y fósforo.
El principal uso de las aguas grises hoy día en el mundo rural es para el regadío ecológico. También podemos reciclar las aguas grises de la bañera para usarla en los retretes, lo que ayuda a ahorrar grandes cantidades de agua.
Es importante saber tratar las aguas grises porque aunque, en menor proporción que las aguas negras, éstas también pueden estar contaminadas con algún patógeno y llegar a producir malos olores en su reutilización.
DEPURACIÓN POR OXIDACIÓN TOTAL, UN SISTEMA NATURAL
Los Equipos de depuración de aguas grises aplican el principio de depuración mediante lodos activos y oxidación total. Eso significa que se genera una masa activada de microorganismos capaz de estabilizar el agua residual mediante la intervención del oxígeno del aire.
En la práctica, este proceso supone que el agua gris procedente de duchas, bañeras y lavabos, se agite mediante la acción del aire inyectado en el equipo, de manera que la materia orgánica se mantenga en suspensión y en contacto permanente con el oxígeno del aire.
Las bacterias, que se encuentran presentes de forma natural en el agua, descomponen esta materia orgánica con la ayuda del oxígeno. A continuación, la materia degradada sedimenta por su propio peso y se separa en dos fases; una parte recircula para mantener una población bacteriana adecuada, mientras que la otra se evacúa en el desagüe.
Finalmente, se aplica sobre el agua tratada un tratamiento de desinfección con rayos ultravioleta con el fin de eliminar las bacterias todavía presentes. Adicionalmente, este tratamiento puede completarse con una desinfección mediante dosificación de cloro.
Dado que el uso de aguas grises reduce la demanda de suministro de agua convencionales y la presión sobre los sistemas de tratamiento de aguas residuales, su uso es muy beneficioso para las vías fluviales locales.
En tiempos de sequía, especialmente en las zonas urbanas, el uso de aguas grises en los jardines o los sistemas sanitarios contribuye a alcanzar algunos de los objetivos del desarrollo ecológicamente sostenible.
De manera indirecta, el uso de aguas grises reduce el uso de energía, de contaminación química por tratamientos y ayudamos a la recarga de los acuíferos.